Durante las dos semanas anteriores hemos estado trabajando en el invernadero y, gracias a la aporteción desinteresada y muy altruista de un padre, hemos empezado a iniciarnos en el mundo de la gastronomía.
En el taller troceamos la calabaza, le sacamos las pipas para dejarlas secar y guardarlas para que en en el momento oportuno (alrededor de marzo-abril) estén perfectas para plantarlas en la tierra.
Después de sacarles las pipas, nos repartirmos la calabaza para llevarla a casa y empezar a ensayar nuestros primertos pinitos en el mundo de la gastronomía, gracias a una receta superfácil que Marian nos preparó.
Algunas fotos de la actividad(*) Algunos de nosotros/as incluso probamos la calabaza cruda y tampoco estaba tan mala, ¿no?
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